La importancia del Waste-to-Energy en la gestión de residuos urbanos
La importancia del Waste-to-Energy en la gestión de residuos urbanos

La gestión de residuos sólidos urbanos (RSU) es un reto importante para las ciudades modernas, especialmente en el contexto de la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.

Una de las tecnologías clave en este campo es el Waste-to-Energy (W2E), que consiste en la conversión de los residuos en energía. Algo que permite no sólo la generación de electricidad y calor a partir de residuos no reciclables, sino también una reducción significativa de la disposición de los residuos en vertederos, así como en el uso de combustibles fósiles.

Además, la tecnología W2E se alinea con los principios de la economía circular, al convertir los desechos en recursos energéticos útiles, cerrando el ciclo de vida de los materiales​.

En la Unión Europea (UE), la valorización energética de los residuos se ha consolidado como una opción complementaria clave dentro de la jerarquía de gestión de residuos, que prioriza la prevención, el reciclaje y la reutilización.

La Comisión Europea ha establecido unos objetivos ambiciosos para reducir el vertido de residuos al 10% del total para 2030 y fomentar el reciclaje, promoviendo un modelo de desarrollo sostenible y bajo en carbono​.

 

Aplicación de la tecnología W2E en el tratamiento de los residuos municipales en España

 Según los datos más recientes de Eurostat, en 2022, la generación de residuos municipales en la UE alcanzó los 513 kg por persona, lo que representa una reducción de 19 kg por persona en comparación con 2021.

En total, se generaron aproximadamente 214 millones de toneladas de residuos municipales en toda la UE. Una cifra que refleja una disminución en la generación de residuos per cápita desde 2021, pero que sigue siendo más alta que en 1995.

​En el mismo año, la tasa de reciclaje de residuos municipales en la UE alcanzó el 48% (incluyendo compostaje), mientras que el 23% de los residuos se destinó a la incineración con recuperación energética.

A pesar de estas mejoras, aún el 24% de los residuos municipales terminó en vertederos​.

Estos datos muestran un avance en comparación con 1995, cuando el 61% de los residuos municipales eran depositados en vertederos. Sin embargo, sigue existiendo un margen significativo para mejorar la valorización energética y reducir aún más el uso de vertederos​.

En el caso de España, la situación muestra un escenario mixto. Aunque se ha registrado un progreso en la reducción del uso de vertederos, el país aún depende, en gran medida, de los vertederos, con una tasa de eliminación cercana al 45% en 2022. Este dato supera la media europea del 23%.

En cuanto a la valorización energética, la tasa en España es de alrededor del 13%, inferior al promedio de la UE, lo que indica una necesidad urgente de incrementar la capacidad del W2E para cumplir con los objetivos europeos para 2030​.

Actualmente, existen 10 plantas de valorización energética distribuidas en el país, con una producción total de energía superior a los 1.900.000 MWh anuales.

Estas instalaciones se concentran principalmente en comunidades como Cataluña, Madrid y Galicia. Sin embargo, el uso de tecnologías avanzadas como la gasificación y la pirólisis sigue siendo limitado, lo que representa una oportunidad para mejorar la eficiencia y sostenibilidad del tratamiento de residuos en España​.

 

Impacto del W2E en el cambio climático y la economía circular

La gestión de los residuos mediante su conversión en energía es una estrategia que contribuye significativamente a la mitigación del cambio climático.

La ONU ha reconocido el valor de las plantas de valorización energética a nivel mundial, subrayando su contribución a la mitigación del cambio climático mediante la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

La valorización energética permite reducir la cantidad de residuos depositados en vertederos, lo que a su vez disminuye las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero con un potencial de calentamiento global 28 veces mayor que el CO2.

Además, al generar electricidad y calor renovable, se disminuye la necesidad de combustibles fósiles, lo que reduce las emisiones asociadas a su combustión​.

Desde la perspectiva de la economía circular, la tecnología W2E se presenta como una herramienta complementaria esencial. De acuerdo con la Directiva Marco de Residuos, la valorización energética se considera una mejor opción que la eliminación en vertederos cuando el reciclaje no es viable. Este enfoque facilita la gestión de residuos difíciles de tratar, como los residuos mixtos o aquellos con contenido orgánico que no se pueden reciclar de manera eficiente, optimizando el aprovechamiento energético​.

Las tecnologías avanzadas, como la digestión anaerobia, la gasificación y la pirólisis, ofrecen alternativas para maximizar el uso de la fracción orgánica e inorgánica de los residuos.

La digestión anaerobia es particularmente útil para residuos biodegradables, ya que produce biogás, una fuente de energía renovable.

Por su parte, la gasificación permite convertir los residuos en gas de síntesis (syngas) que puede ser utilizado para generar electricidad o como combustible industrial, mejorando la eficiencia del proceso​.

 

El Waste-to-Energy es una solución clave en la gestión moderna de residuos urbanos, especialmente en países con altas tasas de vertido como España.

Para cumplir con los objetivos establecidos por la Unión Europea, es imprescindible incrementar la valorización energética y reducir el uso de vertederos. La incorporación de tecnologías W2E más eficientes, junto con la modernización de las plantas existentes, permitirá aprovechar mejor el potencial energético de los residuos y contribuir a una gestión más sostenible y circular.

La implementación de políticas que fomenten la inversión en infraestructuras de valorización energética y el desarrollo de tecnologías avanzadas es fundamental para impulsar la transición hacia una economía circular.

El Waste-to-Energy no debe ser visto como una alternativa al reciclaje, sino como un complemento necesario para gestionar de manera óptima los desechos urbanos, minimizando su impacto ambiental y contribuyendo a la generación de energía limpia.

España tiene la oportunidad de mejorar significativamente su gestión de residuos mediante la expansión de la valorización energética, lo cual no sólo ayudaría a cumplir con las normativas europeas, sino que también proporcionaría beneficios ambientales y económicos a largo plazo.

 

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