Tipos de residuos tratados en una planta Waste-to-Energy
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El objetivo de las plantas Waste to Energy (WTE) es la gestión de los residuos de difícil reciclaje que han sido rechazados en otras plantas de gestión, evitando su depósito en vertedero. 

El tratamiento que reciban estos residuos (termoquímico o biológico) va a depender del tipo de residuo que se trate, sus características, necesidades y requerimiento específico, obteniéndose energía con ello. 

Un aprovechamiento energético de estos residuos que forma parte de los objetivos de la Unión Europea (UE) para establecer el modelo de economía circular, uno de los principales elementos del Pacto Verde Europeo para el crecimiento sostenible. 

Las plantas WTE han ido innovándose y mejorando sus procesos, haciendo que la gestión de estos residuos no reciclables resulte cada vez más eficiente, desde el punto de vista energético y en cuanto a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. 

En este sentido, una de las tecnologías más extendidas en las plantas WTE es la digestión anaerobia o biometanización (tratamiento biológico), con la que se obtiene biogás. 

El biogás resultante es un gas renovable que puede utilizarse para producir energía eléctrica, energía térmica o como combustible (bio-GNL o bio-GNC).

Ahora bien, ¿cuáles son los residuos no reciclables que deben tratarse en este tipo de plantas WTE?

 

Residuos agrícolas y forestales

En este grupo se incluye la biomasa de origen vegetal procedente de actividades agrícolas y forestales. 

En el caso de los residuos agrícolas, nos encontramos con restos de paja, hojas, cáscara, pulpa, rastrojos, etc. Una gran cantidad de residuos que aún están infrautilizados, cuyo tratamiento permite obtener biocombustibles, energía térmica o eléctrica. 

En el caso de los residuos forestales, estos son los generados en las podas de plantaciones, el desmonte para caminos forestales, la extracción de madera y el mismo desgaste forestal que se produce naturalmente.

Debido al alto coste de transporte, la reducción de la biomasa de estos residuos forestales se suele llevar a cabo en el mismo bosque. 

 

Residuos orgánicos de origen animal

En este grupo se incluyen a los residuos orgánicos procedentes de las actividades ganaderas. Es decir, estiércol y purines, así como las aguas residuales que se derivan de la actividad. 

La gestión de estos residuos orgánicos está sometida a una restrictiva legislación, por su elevada carga orgánica, a fin de evitar el vertido a cauces o la aplicación directa en los campos como fertilizantes, causando la contaminación de suelos o acuíferos. 

El tratamiento más adecuado para este tipo de residuo orgánico en una planta WTE es la digestión anaerobia para la producción de biogás.

Residuos orgánicos industriales

En este caso, se hace referencia a los residuos orgánicos procedentes de la industria alimentaria, tales como desechos procedentes de la producción de carne, productos de confitería, procesados de frutas, verduras, cereales, etc. 

También se incluyen los residuos líquidos procedentes del lavado de carnes, pescados, frutas y verduras o su escaldado o precocinado.

Se trata de residuos orgánicos que se generan en gran cantidad y que pueden aprovecharse para generar energía mediante digestión anaerobia. 

En este grupo también podemos incluir los desechos procedentes de la industria de procesamiento de madera, que incluyen principalmente aserradero, madera, contrachapado, muebles, etc. 

Estos desechos se concentran en las fábricas de procesamiento y su cantidad varía dependiendo del tipo de industria donde se originan. 

 

Residuos sólidos urbanos y aguas residuales

Los residuos sólidos urbanos (RSU) o municipales son los que se generan en los domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios, así como todos aquellos que no tengan consideración de peligrosos y que, por su naturaleza y composición, pueden asimilarse a los anteriores. 

La aplicación de la tecnología WTE para el tratamiento de estos RSU debe incluirse como parte del sistema de gestión de RSU, siguiendo la jerarquía de residuos (reducción, reutilización, reciclaje, eliminación). 

El WTE se aplica como tecnología complementaria para la recuperación de energía a partir de las fracciones no reciclables de estos RSU.

En el caso de la fracción orgánica de estos residuos (FORSU), el tratamiento adecuado sería la digestión anaerobia para la producción de biogás.

Además, este tratamiento a la FORSU puede hacerse mediante la codigestión con residuos agrícolas, lodos de plantas depuradoras de aguas residuales o con residuos orgánicos industriales o comerciales. Esto permite incrementar la disponibilidad de sustrato y su viabilidad económica.

Un ejemplo de este tratamiento de codigestión de RSU y otros residuos orgánicos de distinta procedencia lo tenemos en el proyecto de planta de biometano para el municipio de Llíria (Valencia). 

La planta de biometano diseñada por la ingeniería Genia Bioenergy prevé abastecerse de RSU, residuos orgánicos procedentes de la industria alimentaria, así como de la ganadería y lodos de depuradora. 

El objetivo es llevar a convertir 192.700 toneladas anuales de residuos orgánicos en biometano.

Teniendo en cuenta que, en España, cada ciudadano genera, de media, un kilo y medio de basura al día (RSU), a los que se suman los residuos generados por la actividad industrial y agropecuaria, pensar en su valorización energética como alternativa al vertedero es fundamental. 

El país cuenta con un gran potencial para la incorporación del WTE a la gestión de residuos y, por tanto, al modelo de economía circular. Sin embargo, esta tecnología está mucho menos implantada en nuestro país, respecto a otros países de Europa. 

Por eso, ha llegado el momento de acelerar su desarrollo, dar una solución eficiente a la gestión de residuos y contribuir, de forma relevante, al mix energético español y a la transición energética.

Calculadora de Biometano 

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