La gestión integral de los residuos sólidos urbanos debe considerarse en sinergia con la estrategia económica, con la higiene y salud pública, la ingeniería e infraestructura y con las correspondientes consideraciones ambientales, para responder adecuadamente a las expectativas del planeta y la sociedad.
Los residuos sólidos constituye un servicio laborioso y su elevado coste ha sido siempre un aspecto clave en la gestión de los residuos. En este sentido, las comunidades y municipios deben evaluar cuidadosamente el equipamiento a utilizar y los métodos de gestión con el fin de determinar el sistema más apropiado para las condiciones locales en términos de calidad, eficacia y costos de operación.
Cuanto más grandes son las ciudades, más complejidad en los proyectos y más acciones a desarrollar. Es notable que esta inversión esté asociada a varios aspectos pero una correcta gestión ofrece ventajas a nivel social y ambiental.
Hay que tener en cuenta que los residuos urbanos no solamente constituyen un problema ambiental, sino que también son un recurso que no debemos dejar de aprovechar.
Las normas y leyes se establecen para hacer una correcta gestión de residuos:
Normativa Europea:
– Directiva 2008/98/CE del Parlamento Europeo y Consejo del 19 de Noviembre de 2008.
– Directiva 2004/12/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de febrero de 2004.
Normativa Estatal:
– Ley 11/2012, de 19 de diciembre, de medidas urgentes en materia de medio ambiente.
– Ley 22/2011 de 28 de julio de residuos y suelos contaminados.
Conocer la normativa de la gestión de residuos nos permite optimizar los procesos de fabricación y, a la vez, reducir la generación de desechos.
La creación de proyectos que permita el manejo adecuado de las basuras, adecuándose social y ambientalmente al entorno es la clave para evitar la contaminación del ambiente. También evitamos amonestaciones y/o multas por la gestión de residuos incorrecta.
Desde nuestro punto de vista, una de las consecuencias más importantes de gestionar mal los residuos es la desaparición de los recursos naturales. Si no somos capaces de reciclar y reutilizar, llegará un momento en que no podremos cubrir las necesidades de la población mundial. Además, esto significará la desaparición de varios ecosistemas, debemos tomar mayor conciencia de ello.